El día veintisiete de abril de 2010 se descubrió una escultura en honor al futbolista fallecido.
El monumento se encuentra en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros, y hace referencia a la persona más grande y humilde que consiguió su sueño mediante un duro trabajo, humildad y sencillez; convirtiéndose en la figura más querida entre toda la afición y todas las personas que le conocían.
A ese descubrimiento acudieron todos los medios de prensa, además de sus compañeros, su mujer y su hijo. Fue una tarde bastante emocionante, ya que se eligió el día en que se cumplían cuatro años del partido en el que Puerta marcó su gol frente al Schalke 04.
Gracias a esa escultura Puerta estará siempre presente, además de permanecer en nuestros corazones, al ser el hombre que cambió la historia del Sevilla.
Muchas personas le dedicaron canciones, poesías, en honor al más grande. Poesías como esta:
Veintisiete de abril temporada del centenario, quién nos lo iba a decir, por fin se acababa el calvario, tantos años de penurias se podrían terminar. Esperábamos a un ángel que nos viniera a ayudar y, llegó el minuto cien del partido más esperado, para que llegara Puerta y hacer olvidar el pasado. Tuvo que ser sevillano, canterano y de Nervión, el que cumpliera nuestro sueño, nuestra mayor ilusión, el gol que cambió nuestras vidas, el que encogió el corazón, el que le quitó la espina a esta sufrida afición. Ahí empezó la historia, la más grande jamás contada, la de un equipo invencible que no se rendía ante nada. Quince meses de alegría, de intensa felicidad, subidos en una nube que nunca quisimos bajar, aquella noche en Eindhoven, Mónaco,Glasgow, Madrid se dan recuerdos imborrables. Yo nunca vi tan feliz disfrutar tanto a mi padre, le devolviste la alegría, vio cumplida su ilusión, ya puede decir orgulloso que vio al Sevilla campeón. A esos grandes sufridores, a esa gran generación, como está el tercer anillo, como disfrutan en el cielo, que orgulloso Antonio Puerta, qué feliz estará tu abuelo, cómo una persona puede repartir tanta alegría, tiene que ser un regalo que nos mandan desde arriba; pero una desgracia esperando el destino nos tenía, el peor de nuestros sueños, el peor de nuestros días.
Llegó el día más negro de la historia del Sevilla, el día más cruel, el más triste, nuestra peor pesadilla, aunque te llamó el destino, la muerte te desplomó, del suelo te levantó tu abuelo, tu gran guardián de Nervión, él quiso que de pie pudieras despedirte de tu afición y llevarte para el cielo nuestra mayor oración, salir como fuiste en vida, salir a lo campeón. No quiero que nadie piense que Antonio Puerta se rompió, Antonio tan buena gente que ni si quiera a la muerte le supo decir que no, murió con las botas puestas, cabeza alta, mirando de frente, murió defendiendo su escudo, en su casa y con su gente.
Puerta siempre estara presente y ojalá estas cosas no pasaran más.
ResponderEliminarMe gusta la entrada por el tema que has tratado.
Isabel Sabiote Cabeza
Viva el sevilla, puerta, i todos. :)
ResponderEliminarHas hecho bien en escribir sobre este tema. Ojalá estas cosas no pasaran.
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